“LA EDUCACIÓN” EN MEDIO DE REBELDÍA ESTUDIANTIL
Y DECADENCIA CULTURAL
Hola,
buenos días. Ante todo quiero saludar a los profesores y compañeros, también
quiero agradecer a las y los estudiantes del área de Matemática que se
encuentran hoy con nosotros para acompañarnos en esta actividad tan
significativa para todos.
Quiero
comenzar citando una frase célebre de Manuel Kant: “Sólo en la Comunidad que
Cultiva Valores Prospera la Educación”.
Me
refiero a un tópico al que siempre hace referencia cualquier persona interesada
en el tema de la educación en valores, esto es, la aplicabilidad de éstos en el
contexto educativo. Venezuela está viviendo una experiencia interesante en
relación con el tema de los valores. Podríamos decir que el fenómeno que
vivimos en la actualidad en relación con este tema puede ser entendido como una
moda efímera y pasajera que pronto dejará de ser importante; pero también puede
abordarse el fenómeno como la búsqueda personal y social de unos valores que
hasta hoy habían dejado de ser prioridades del hombre contemporáneo, quizá manipulado
por los alcances científicos y tecnológicos que en un momento de la historia le
hicieron sentir que él podía hacer más de lo que debía hacer, dejando a un lado
la práctica de las virtudes humanas.
Sin
embargo, debemos reconocer que es muy escasa la producción literaria que trata
lo referente a la metodología y estrategias en la educación en valores.
Ahora
bien, es un hecho conocido que la tradicional cultura nacional tuvo hace ya
décadas su época de gloria que le significo el respeto y la admiración del
mundo entero. Hoy ya no es lo mismo.
Es a saber, que los acontecimientos que día a día nos
llegan por los medios de información televisivos, radiales, escritos y hasta de
los mismos comentarios del vecino nos dejan en claro que la Educación y el
Sistema Educativo impuesto para "formar ciudadanos perfectos acorde con la
ideología democrática", es un verdadero fracaso sociocultural que nos ha
llevado a la ruina educativa y a la anarquía social estudiantil.
Las
consecuencias inmediatas de esta falta de orden y de respeto por la sociedad y
los maestros y docentes en general por parte de las y los estudiantes, se ve
reflejada permanentemente en los malos tratos e insultos, cuando no golpes, a
que se ven sometidos los profesionales de la enseñanza, hecho injusto que solo
pone de manifiesto la falta de comprensión y de interés que reina sobre las
ruinas de la cultura, por parte de los que tendrían que admirarla, educarse y
aprender. Solo pretenden protestar según el proyecto político de tal o cual
partido o agrupación política que aspire a mandonear al instituto de enseñanza
con reclamos la mayoría de las veces absolutamente absurdos, solo por amor a la
rebeldía y la vagancia.
De
esta manera, surge la anarquía y la violencia estudiantil, no contra el Sistema
sino a favor de el; Así, nos imponen una educación social de riesgo con
ausencia de limites minada de basura y falsa ideología participativa. A esto
llaman cínicamente "Calidad Institucional en el Sistema Democrático",
donde la democracia no es el sistema de la libertad, y tampoco lo representa.
Es
entonces imposible la educación sin reglas, sin valores morales elevados, sin
responsabilidad, sin orden ni limites. La sociedad se desquicia, nos desunimos,
y nuestros enemigos ganan la calle. Por consiguiente, se destruyen entonces los
Valores Elevados, cae el Bien y surge la decadencia de las costumbres y de los
valores morales. Surge la degradación moral permanente, bajando paso a paso un
escalón más hacia el infierno. Entonces lo Bueno se convierte de pronto en
"fuera de moda", o en "conceptos y valores atrasados de una
sociedad antigua". Desde que el mundo es mundo, esto siempre paso, pero
nunca fue cierto. Es la pauta y la señal de la Caída Social, el fin del Orden
Justo y el triunfo de la injusticia y el cinismo político de la mano de la
demagogia gubernamental que le soba el lomo al pueblo para ganarse su
confianza.
De
manera que, la sociedad padece así de una crisis de formación cultural y moral
con falta de límites y de orden que la amenazan aun en el trabajo, la fábrica,
el barrio y sus familias. La anarquía estudiantil y educativa produce
claramente problemas y comportamientos agresivos, amenazas entre estudiantes,
alcohol, drogas y sexualidad irresponsable, donde muchas veces los niños son
tirados a los tachos de basura o enterrados en terrenos baldíos recién nacidos,
o docentes vilmente amenazados y amedrentados muchas veces por los mismos
estudiantes a quienes transmiten enseñanza y sus representantes, y hasta por
los entes gubernamentales que rigen dichas instituciones educativas en el país,
reflejando se en esto solo los derechos de los niños, jóvenes y adolescentes y
no sus deberes. Entiéndase bien, que el subdesarrollo de las sociedades y de
las personas no es un "problema económico" sino educativo, y la baja
calidad educativa trae consecuencias económicas y sociales desastrosas para el
Pueblo. Educar no es solo enseñar a estudiar tal o cual materia. Es enseñar a
pensar, inculcar sanos y elevados valores morales, es asegurar y fortalecer el
orden, la voluntad y la disciplina con solidaridad hacia un fin trascendente y
con futuro, donde la pobreza en todas sus formas sea definitivamente derrotada,
no con falsas promesas, sino con realidades. Es asegurar el saber, impulsar el
ingenio y la creatividad, el trabajo responsable y la seriedad moral, es
proteger la integridad moral de la nación y fortalecer la verdadera
independencia que dará la verdadera libertad al pueblo, no las falsas
expectativas de la democracia parlamentaria de escritorio.
Igualmente,
es enseñar a enfrentar y a solucionar los problemas de la vida como verdaderos
hombres y no como niños desvalidos a la espera del salvador de la patria que
llegue o no llegue algún día, habrá de ser ayudado también para que pueda
cumplir con su misión histórica, ya que uno solo, sin nadie que lo ayude, no
puede transformar la sociedad y el mundo.
Dentro
de este marco ha de considerarse, que la educación sin reglas, sin valores
morales elevados, sin límites y sin responsabilidad es imposible y no tiene
sentido, por lo tanto se debe inculcar esto desde la niñez. Hay volver al
sistema de premios y castigos con amonestaciones y expulsiones si fuera
necesario para quienes realmente lo merezcan, y un justo premio para quien
resulte ser un buen ejemplo, se trate ya de escuelas, talleres o cuarteles,
toda la sociedad debe estar de pie frente a la amenaza enemiga de la anarquía y
la muerte social.
Entiéndase
bien, si el que comete faltas graves y de disciplina no tiene ninguna sanción,
o si no le ponen límites, se favorece la indolencia, la insolencia, la
injusticia social y la violencia. Se destruye a la persona y su futuro.
He
aquí, a mi juicio, es hora de entender que todo esto no es obra de la
casualidad y hay que reconocer las verdaderas causas, siendo una y principal la
educación degradada del sistema de una Libertad Figurada.
Esta
última argumentación nos lleva a una afirmación que es conveniente resaltar y
es que una teoría sin práctica es estéril y una práctica sin teoría es
irracional. Esto no es otra cosa que conocer las razones, los argumentos de la
cuestión en discusión, proceso que se logra hurgando las fuentes mismas de la reflexión.
Esta revisión, tan somera como
inevitablemente personal no es más que la vivencia tomada como ejemplo para
complementar esta teoría. En el recientemente terminado año escolar. Me refiero
a una estudiante de 2do año del Liceo Bolivariano Miguel Ángel Escalante se me
presentó un día con su representante y un récipe médico, aludiendo q por motivo
de enfermedad ella no había asistido a mi clase de Inglés durante casi todo el
segundo lapso. Al observarla y revisar luego mis anotaciones de asistencia
entre otros documentos respaldados por los de la coordinación de dicho año, le
respondí q solo le podía aplicar las evaluaciones correspondientes a la fecha
de su reposo que resultó ser un solo objetivo y para colmo el de más bajo valor
porcentual y que siempre se le veía en los pasillo sana y salva hablando y
coqueteando con otros estudiantes. Le hice el recuerdo de las ocasiones que se
le pidió que entrara pidiéndole explicaciones acordes al por qué de su ausencia
del salón de clase, ella solo ignoraba, al siguiente día, se llegaron a la Institución
personeros de la Defensoría Escolar de
la zona educativa y defensoría del niño, joven y adolescente y aunque es triste
decirlo se me ordenó aplicar todas las evaluaciones acusándome de querer atrasar el futuro de
dicha joven, todo esto bajo la mirada irónica y burlona de la estudiante y su
representante. Este ejemplo es solo uno
entre tantos evocados por colegas al respecto, sin mencionar que casos de
inasistencia e incumplimiento de horarios,
de tareas, de acosos por parte de estudiantes a profesores, son solo
algunos eventos entre tantos sin mencionar. Todo ello va acompañado de
palmaditas en la espalda más no de reprensiones contundentes para orientar a
las y los jóvenes a la adquisición de compromisos y de responsabilidades. (No
sucede en forma generalizada pero si en una gran masa estudiantil).
Veamos otro ejemplo. Como es el
caso de una profesora del Liceo Bolivariano El Recreo, que por no aprobar a un
estudiante la materia que enseñaba fue amenazado de muerte y tuvieron que
sacarlo por la puerta de atrás literalmente hablando para salvarle la vida,
dicha profesora tuvo que aplicar una prueba para que el estudiante se calmara y
después de esto aprobarlo aunque el estudiante no lo hubiera logrado. Todo esto
fue silenciado para no mal informar al estudiante ante la sociedad.
Por todo esto creo, es importante
señalar, que la familia desempeña un papel de primordial importancia en la
educación, por lo que los padres que dan la vida a los hijos, tienen la
grandísima obligación de educar a la prole, y por lo tanto hay que reconocerlos
como los primeros y principales educadores de sus hijos. Este deber de la
educación familiar, es de tanta trascendencia que cuando le falta difícilmente
puede suplirse. La familia por lo tanto, “es la primera escuela de las virtudes
sociales”. Se me figura así, de
momento, que desafortunadamente en los últimos años hemos percibido, cómo la
educación del país ha venido decayendo en su excelencia académica, hasta el
extremos que se cuestiona seriamente, si realmente se están capacitando,
formando los profesionales de las distintas disciplinas que se ofrecen con
todos aquellos conocimientos que el país requiere y de acuerdo a la realidad
del avance de algunas ciencias han logrado, así como las nuevas tecnologías
educacionales.
Es
un hecho cierto, de acuerdo a investigaciones, no solo a nivel de pre y
postgrado, se ha percibido el que muchas universidades, incluyendo la de
Carabobo, algunas de sus carreras como la de economía, administración,
relaciones industriales, ingeniería y aun sus postgrado, se quedaron anclados
en los viejos paradigmas y que no se ha tomado muy en serio por algunas
autoridades responsables de ellas, la necesidad de generar los cambios que
conlleven a definir el nuevo perfil que se requiere, dar paso a programas de
estudios que involucren asignaturas que proporcionen los conocimientos,
herramientas que le presente demanda.
Todo
lo dicho hasta ahora explica el argumento referente a que los valores y
virtudes son vehículos que conducen al ser humano a una vida más plena y una
convivencia más feliz, él conocerlos, practicarlos y vivirlos desde la infancia
son condiciones indispensables para vivir en armonía; en ellos reside la
importancia generalizada de la legitima aspiración al bien común. El educar y
promover actitudes y valores a los hijos, debe ser hoy un objetivo prioritario
tanto de padres, maestros, centros educativos y de la sociedad en general. Por
lo tanto es responsabilidad de toda la sociedad y de manera especial de los
padres y maestros formar personas educadas, con voluntad firme, encauzadas,
responsables, leales, respetuosas, generosas y sinceras a fin de que cumplan
mejor su misión y contribuyan a una sociedad más justa, libre y solidaria.
Basada
en los criterios antes mencionados debemos darnos a la tarea de realzar Valores
y Actitudes que hagan la diferencia en la comunidad escolar y en los diferentes
planteles de las secundarias del país, siempre recordando, a la educación como
una fuente inagotable de valores. Aceptamos que un valor es aquello capaz de
arrancarnos de nuestra indiferencia, lo que hace que prefiramos unas cosas a
otras , que las estimemos más o menos, en una palabra, solamente se puede
hablar de valor cuando un ente mueve nuestras tendencias y nuestra voluntad. En
el ejercicio de la educación los valores están presentes. Ellos inspiran la
práctica educativa. La relación educación- valor es intrínseca al mismo acto de
educar por ello es que debe ser prioritaria. La educación en valores no puede
seguir siendo un apéndice de la acción educativa escolar. Debe ser un eje
integrador de todo lo que la escuela es y hace. De lo contrario, la escuela no
podrá cumplir su misión de formar hombres y mujeres con capacidad real de vivir
con libertad. En estos días tan convulsionados en nuestra sociedad, donde la
pérdida gradual de valores parece ser una consecuencia más de la decadencia
social, el fomento y el rescate de los valores debe ser una prioridad social,
pues ello no solamente contribuye a un crecimiento personal, sino que debe
percibirse como un beneficio social- colectivo que determina cambios dentro de
una nación. Así pues, los docentes en este ejercicio de rescate deben ser los
pioneros ya que probablemente es la escuela una de las pocas instituciones
preocupadas por tan importante tema.
Y
es que formar en valores no es fácil. La formación de actitudes es una tarea
básica, más importante todavía que la transmisión de conocimientos y no tanto
por aquello de que con el tiempo las cosas aprendidas de memoria se olvidan,
expresión por demás cuestionable, sino porque la actitud, es decir, la
predisposición del que obra, sigue siendo una pieza clave en la educación.
Ahora bien, ante tanta incertidumbre en torno a la pregunta de cuáles son los
valores necesarios en una sociedad y cuáles debería suscitar un docente en su
salón de clases, podemos pisar el terreno del consenso señalando que la tarea
del educador puede circunscribirse a ayudar al estudiante a encontrar sus
propios valores y actuar con sentido y dar sentido a su vida.
Ante este aspecto
diversos autores se han dedicado a estudiar las alternativas que le permitan al
docente formar y formarse en el campo de la educación en valores. Existen por
lo tanto, a nuestro juicio muchos principios y estrategias metodológicas pero lo
importante no es la cantidad de estrategias lo que podría asegurar el éxito de
la vivencia de un valor sino la calidad del proceso. En otras palabras,
dependerá mucho del docente para asegurar que la escuela sea una fuente
inagotable de valores. No se nos puede olvidar que formamos para la libertad y
en libertad, en la creatividad, en la relación, en el diálogo, la comunicación,
la participación y servicio. Se trata de formar hombres nuevos. Así como actividades
que tienen un sentido en tanto el educador asuma lo que le corresponde en la
tarea de hacer una nueva propuesta educativa en la escuela. Es hora de que las
Familia y la Escuela actúen en consecuencia contra esta mentalidad criminal y
mercantil y tomen decisiones concretas para evitar hechos peores, creando Metodologías que involucran a las
familias en forma coordinada con la escuela. Se trata de que los padres
mantengan una interacción permanente con el colegio, colaborando con la
formación de su hijo. Las actividades en este caso pueden ser reuniones al
inicio del año escolar para dar a conocer el ámbito de la formación en valores
en que se involucra el colegio y la familia. Pedir la colaboración de los
padres en la participación de actividades y eventos que realice el colegio en
el área de valores. Otra de las actividades puede ser organizar campañas donde
se involucren la escuela y la familia. Una vez al mes se trabaja con una
virtud. Adicionalmente con los padres se realiza una actividad con el fin de
que conozcan de la campaña de valores que se ejecuta en el colegio. Otro
aspecto es la escuela para padres. Se trata de reunir periódicamente a los
padres alrededor de un tema de interés sobre la formación de sus hijos.
Y para concluir diré a todos la expresión de una cita bíblica de los
proverbios de Salomón en el capítulo 22, versículo 6: “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará
de él”. Gracias por su atención y hasta una próxima ocasión si Dios lo
permite.